Escrito por: Carolina López
El Design Thinking o pensamiento de diseño, es una metodología de innovación centrada en las personas para la resolución de problemas complejos. Esta metodología permite detectar una necesidad o un problema y darle solución a partir de cinco pasos: empatizar, definir, idear, prototipar y testear.
Es creer que se puede hacer una diferencia y que se puede hacer un proceso proactivo con el fin de llegar a nuevas soluciones pertinentes que generen un impacto positivo. Así mismo, da confianza en la capacidad creativa para transformar difíciles desafíos en oportunidades para el diseño y la educación.
Esta metodología está estructurada a partir de unos factores que son fundamentales en el proceso educativo:
· Inteligencia emocional: permite a los estudiantes entender sus emociones y las de los demás, lo cual es clave en su desarrollo.
· Confianza creativa: para poder crear algo nuevo tenemos que tener confianza propia. Esta es otra parte inherente a la metodología y que se debe trabajar constantemente durante todas las actividades en clase.
· Trabajo en equipos multidisciplinares: las soluciones más disruptivas se llevan a cabo por equipos de personas con diferentes puntos de vista. En el aula de clase se debe promover la tolerancia y potenciar la inteligencia emocional, la comunicación y el trabajo en equipo.
· Entorno favorable: si se desea hacer cosas distintas, se tiene que tener un entorno propicio. Por ejemplo, los castigos se pueden remplazar por motivaciones y explicaciones; o la distribución clásica del aula por una más flexible y adaptable a los proyectos.
· Pensamiento integrador y global: este factor ayuda a los estudiantes a entender que son un miembro más de dicho sistema y que aquello que hacen tiene repercusión en algo más grande.
Para ayudar a los docentes a convertirse en agentes de cambio dentro de sus instituciones educativas e impulsar nuevas innovaciones a pequeña y gran escala, los diseñadores de IDEO han creado el Kit de herramientas Design Thinking for Educators, que le brinda a los educadores las herramientas y los métodos que necesitan para aplicar el pensamiento de diseño en el contexto real. Este kit incluye un cuaderno de ejercicios del diseñador, talleres y una clase virtual gratuita de cinco semanas para ayudar a perfeccionar las habilidades y capacitarlos para crear soluciones deseables por medio de las cinco etapas de este proceso:
Fase 1
El descubrimiento: la construcción de soluciones significativas para estudiantes, padres, profesores, compañeros de área y directivos empieza con un profundo entendimiento de sus necesidades. Lo que significa abrirse a nuevas oportunidades e inspirarse para crear nuevas ideas.
Fase 2
La interpretación: las observaciones, las visitas de campo o una conversación pueden ser de gran inspiración, el reto es convertirlas en oportunidades concretas para el diseño y transformar historias en conocimientos significativos.
Fase 3
La ideación: supone generar muchas ideas para pensar sin limitaciones y crear pensamientos visionarios.
Fase 4
La experimentación: construir prototipos significa hacer tangibles las ideas y aprender mientras se construyen y comparten con otras personas para seguir mejorando y refinando tu idea.
Fase 5
La evolución: incluye la planificación de los próximos pasos, la comunicación de la idea a quienes pueden llevarla a cabo y la documentación.
Hablar de diseño educativo es también una innovación en el lenguaje de los educadores. Supone vínculo y ruptura, simultáneamente, entre una tradición de la enseñanza y centrada en el docente como actor, a una nueva concepción metalingüística, multimediática y orientada a las actividades de aprendizaje a ejecutar por el estudiante. Entonces, el reto del docente es motivar a sus estudiantes a la creación de nuevas ideas, empleando esta herramienta metodológica que les permite identificar proyectos que cambian según el alcance y plantear soluciones de diseño para el currículo, el espacio, los procesos y los sistemas.