Escrito por Alejandra Aguirre
La gamificación ha sido una herramienta muy útil en las estrategias de Armónico desde sus inicios. A través de ella, fomentamos la participación, el trabajo colaborativo, la permanencia, la motivación, el reconocimiento al esfuerzo, la tolerancia al fracaso y la retroalimentación en tiempo real.
La gamificación consiste en el uso de elementos y técnicas de diseño de juegos en contextos no lúdicos para motivar y aumentar la participación de las personas. Emplea mecánicas como puntos, niveles, desafíos y recompensas, buscando hacer actividades más atractivas y entretenidas que incentiven comportamientos deseados y mejoren el compromiso. Esta estrategia se aplica en diversos campos, como la educación, el marketing, la gestión organizacional y la salud, con el objetivo de fomentar la colaboración, el aprendizaje, la motivación y la lealtad, creando experiencias más interactivas y satisfactorias para los participantes.
Aunque a menudo se percibe la gamificación como una herramienta demasiado sofisticada, su aplicación puede ser sencilla, de manera análoga, con medallas de papel, o por medio de plataformas digitales como WhatsApp, con encuestas o stickers.
Aquí te presentamos unos pasos sencillos para construir una estrategia de gamificación:
Define tus objetivos: define lo que deseas lograr con la gamificación. ¿Quieres aumentar la participación, mejorar el aprendizaje, fomentar la colaboración, o algo más?
Conoce a tu audiencia: identifica quiénes son los participantes y comprende sus motivaciones, intereses y comportamientos.
Explora diferentes juegos: los innovadores no crean de la nada. La clave es observar lo que han hecho otros y utilizar los recursos que mejor se ajusten a las necesidades y requerimientos del reto.
Selecciona las mecánicas de juego adecuadas: elige elementos que se alineen con los objetivos y que sean atractivos para la audiencia, como puntos, niveles, insignias, tablas de clasificación, desafíos y recompensas.
Crea un sistema de reglas claro y coherente: proporciona estructura, equidad y orientación a los participantes, asegurando que todos comprendan cómo alcanzar los objetivos y qué se espera de ellos.
Diseña una narrativa atractiva: crea una historia o contexto que haga la experiencia más inmersiva y motivadora. Una buena narrativa puede aumentar el compromiso y la conexión emocional de los participantes.
Genera una experiencia visual: plantea una estética atractiva para tu estrategia. Recuerda que una experiencia sensorial siempre será más potente. Puedes diseñar un identificador visual o logo, medallas y elementos gráficos para mostrar el ranking.
Elige los canales de comunicación: mantén una comunicación constante con los jugadores, utilizando los canales que frecuentan en su cotidianidad. WhatsApp ha funcionado muy bien en nuestras últimas estrategias, ya que se pueden crear grupos, enviar videos, imágenes, stickers y realizar encuestas.
En los espacios físicos, puedes realizar intervenciones con cartulinas, marcadores, fotos y otros materiales.
Fomenta la competencia y la colaboración: diseña actividades que promuevan tanto la competencia amistosa como la colaboración entre los participantes. Ambas dinámicas pueden ser muy motivadoras.
Ofrece recompensas significativas: recuerda que jugar solo por 'diversión' no es tan motivador, por eso, es fundamental crear recompensas (tangibles o intangibles) que sean valiosas y relevantes para los participantes, como premios, reconocimientos públicos, ventajas, etc. Es estratégico premiar a los participantes a lo largo del proceso y no solo al final, mostrando que han alcanzado hitos o momentos clave.
Celebra los logros: reconoce los éxitos y avances de los participantes, creando un ambiente positivo y motivador que anime a todos a seguir en el juego.
Promueve la participación continua: mantén la dinámica de juego activa introduciendo nuevos desafíos, niveles o eventos especiales para evitar que los participantes pierdan interés.
Monitorea y ajusta la estrategia: evalúa regularmente el impacto de la gamificación y recopila retroalimentación de los participantes. Mide si estás logrando los objetivos y modifica las mecánicas según sea necesario para mejorar la efectividad y mantener el interés.
Explora herramientas tecnológicas: aprovecha los recursos disponibles en Internet. Por ejemplo, en Kahoot puedes crear trivias interactivas tanto sincrónicas como asincrónicas, en Mentimeter puedes generar nubes de palabras, y en Genially puedes diseñar juegos de mesa o presentaciones dinámicas.
¿Cómo puede Armónico apoyar tu estrategia de gamificación?
Nuestro estudio lleva las estrategias de gamificación al siguiente nivel. Desde el momento de la creación, apoyamos la planeación con talleres de design thinking para idear y prototipar la estrategia. Durante el proceso, nuestros comunicadores crean una narrativa impactante que conecte con los participantes, el equipo de diseño construye la identidad gráfica y las piezas de comunicación, y los realizadores audiovisuales producen videos tipo reel que fomentan la participación y cápsulas informativas que fortalecen el aprendizaje.
Recuerda que no es necesario contar con un equipo de diseño para llevar a cabo tu estrategia de gamificación, ya que existen muchas herramientas gratuitas en Internet, como Canva o ChatGPT. Sin embargo, una estrategia armónica marca la diferencia en la efectividad y el impacto de tus iniciativas, y un enfoque coordinado y coherente, donde cada elemento se integra de manera fluida y complementaria, potencia significativamente los resultados.
Te invitamos a implementar la gamificación en tus estrategias o, ¿por qué no?, en tu equipo de trabajo. Jugar no es únicamente para niños, pues nos permite encontrar alegría en los pequeños momentos y hacer que el proceso sea más llevadero y lleno de diversión, fortaleciendo el espíritu de colaboración y creatividad.
Videos complementarios:
La magia de la gamificación: despertando la colaboración y la motivación