Todas las personas son de una u otra forma creativas, la capacidad creativa es un talento natural con el que se nace, pero se debe fortalecer con constancia como cualquier otro talento natural.
La creatividad es bastante diversa y adaptable a diferentes disciplinas o campos de acción, según los tipos de inteligencias individuales de una persona. Por ejemplo, un individuo puede sentir una infinita fuerza creativa en las artes plásticas y el dibujo, pero poca afinidad al proponer ideas en un modelo de negocio ligado a las finanzas, esto sucede porque cada persona en sí misma fortalece diferentes capacidades cognitivas e intereses, según sus gustos particulares.
Sin embargo, según como exponen los hermanos David Kelley y Tom Kelley, autores del reconocido libro “Creative confidence”, y quienes durante años han centrado sus estudios en descifrar los aspectos psicológicos que conllevan a desarrollar la innata fuerza creativa de las personas, exponen que por lo general se tiende a hacer más visible la creatividad durante la infancia, pero luego con el paso de los años y debido a juicios o patrones sociales que son impuestos por terceros, esta fuerza de creatividad se ve pasmada y se generan unos miedos inconscientes en el individuo.
Darse cuenta de este fenómeno no es difícil en absoluto, solo basta con observar cómo los niños tienen una gran facilidad para generar nuevas ideas y dejar volar su imaginación frente a las situaciones a las que se ven expuestos diariamente. Sin embargo, a medida que van creciendo e interactúan en grupos sociales, deben ajustarse a ciertas conductas y comportamientos impuestos de manera inconsciente, lo cual limita su creatividad y genera una serie de miedos psicológicos.
Según los hermanos Kelley, existen 4 tipos de miedos que atentan contra las capacidades creativas de las personas y están directamente arraigadas al punto psicológico que experimenta una persona cuando se ve expuesta a juicios sociales o al temor de fallar y las repercusiones que esto pueda causar.
Miedo a lo desconocido o a lo desordenado
Este tipo de miedo resulta ser uno de los más recurrentes de las personas y su explicación tiene un punto de vista biológico y sociológico. El cerebro humano cumple con una función inconsciente que busca la protección de la persona y mantenerlo dentro de su zona de confort, es por eso muchas veces cuando experimentamos algo nuevo, existe cierta resistencia o miedo. Desde la sociología esto sucede por el fenómeno de conducta exterior, el cual explica que un individuo para formar parte de un grupo social está sujeto a seguir las conductas grupales que reflejan los demás, por tanto el hecho de querer innovar o proponer en un entorno que no es familiar, limita la confianza creativa.
Miedo al ser juzgado
A nadie le gusta ser el objetivo de una crítica o comentario negativo cuando se comete algún error, por tanto, este tipo de situaciones repercuten en que la persona en su intento de evitar el malestar ocasionado por este suceso, se cohíba de realizar acciones creativas.
Miedo a tomar la iniciativa
Este tipo de miedo que afecta la confianza creativa está directamente relacionado con los dos miedos anteriormente mencionados. Tomar la iniciativa en algunos casos resulta ser foco de juicios y representa tener la confianza necesaria para enfrentar lo que puede ser desconocido.
Asumir la iniciativa implica ser el centro de miradas y ser responsable de las consecuencias de esa decisión, lo que genera miedo en la gran mayoría de las personas, por tanto, se cohíben de expresar la intención creativa que subyace de esa iniciativa y se decide callar las propuestas limitando de esta forma su creatividad.
Miedo a perder el control
Al contrario de los anteriores miedos donde generalmente el factor de repercusión está dado en cohibirse de expresar la confianza creativa, este miedo se relaciona con el exceso de expresión creativa que se experimenta por la abundancia de ideas y acciones llegando a tener un resultado opuesto al planeado.
Tal como lo exponen los hermanos Kelley, el miedo a perder el control se expone más en los tipos de personalidades extrovertidas y con un definido rasgo de liderazgo, este tipo de personas no manifiestan temor por expresar su ideas y propuestas, por el contrario, su miedo se arraiga más al hecho de tener que responder ante las consecuencias deliberadas que surjan de situaciones que están fuera de su control.
Los autores afirman que este tipo de contextos e individuos necesitan trabajar en la adopción de nuevas perspectivas que aporten otros miembros de su grupo de trabajo, ser receptivos a la crítica constructiva y avanzar progresivamente en sus proyectos comenzando de a poco e ir creciendo gradualmente, a medida que se ven los resultados.
Además, David Kelley y Tom Kelley dentro de su libro “Creative Confidence” describen una serie de ejercicios basados en estudios pedagógicos, los cuales permiten tratar estas barreras que afectan exponencialmente la confianza creativa de las personas.
A continuación, detallaremos algunos de estos ejercicios los cuales resultan realmente prácticos y fáciles de transmitir dentro de sus equipos de trabajo, con el fin de ayudarlos a construir su capacidad creativa y sentido de autoconfianza.
4 ejercicios prácticos para potenciar la confianza creativa
1. Ejercicio de los 30 círculos: Este ejercicio se puede realizar de manera individual o grupal, consiste en suministrar a cada participante una hoja en blanco con 30 círculos dibujados. Luego, cada participante deberá hacer con cada círculo el dibujo de un objeto identificable en un periodo máximo de 3 minutos.
2. Sesión de preguntas abiertas: Es un ejercicio que se realiza en parejas, la idea es que cada pareja se conforme por dos miembros del equipo de trabajo, es importante que no mantengan una relación constante, ni cercana con el fin de fomentar las nuevas interacciones y habilidades de sociabilidad.
Al momento de formar los grupos, un miembro asumirá el rol de encuestador y el otro de entrevistado, luego se cambiarán los roles. Lo ideal es que las preguntas sean abiertas y disruptivas como, por ejemplo: ¿si tuvieras un millón de dólares qué obras realizarías para beneficiar a la humanidad?, ¿qué dirían tus familiares más cercanos de ti?, ¿si pudieras volver a un momento exacto de tu vida, cuál sería y por qué?
Al final se socializarán las respuestas con todo el grupo y se realizará una retroalimentación por cada participante.
3. Mapas mentales: No solo es una gran herramienta de aprendizaje usada por muchos líderes gracias al aporte que tiene en la organización de planes, los mapas mentales también permiten trabajar en la capacidad creativa, ya que tienen que hacer uso de sus esfuerzos cognitivos para la conceptualización de diferentes temas y proposición de nuevas ideas.
4. Segundos de brillantes: Este ejercicio se basa en un método inductivo y personalizado por cada persona del equipo de trabajo. La idea es bastante sencilla y fácil de realizar, simplemente se necesita llevar una libreta o cuaderno en el cual la persona anotará detalladamente lo que recuerda, cuando tiene alguna idea creativa o sueño que pueda aportar en sus proyectos de vida.
La mente humana está en constante actividad y nunca descansa, incluso cuando se duerme nuestra mente está expuesta a todo tipo de ideas y pensamientos, muchos de ellos vagos y otros por el contrario de gran utilidad, lo que sucede en muchas ocasiones es que las personas no prestan atención a ellos y por tanto quedan en el olvido.
Hacer uso de una libreta de apuntes ante cualquier idea creativa y llevar un continuo análisis de las mismas, permite fomentar la capacidad y confianza creativa de las personas.
Como vemos la confianza creativa se necesita trabajar y reforzar siempre y cuando se lleve un seguimiento disciplinado y constante. Es importante que los líderes fomenten esta cualidad con sus equipos de trabajo, ya que bajo las demandas del mundo actual cada vez más se apremia a las personas con un alto pensamiento creativo y capacidad de resolución de problemas para la superación de los retos laborales que deparan los oficios del futuro.
Escrito por Julián David Barriga Agudelo
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